Son las 23,15h y todos durmiendo. Todos, menos yo. Lo tengo todo preparado para hacerle una sorpresa la mañana de reyes. Mi avioneta va cargada de papeles y de lana, voy a escribirle un cuento breve para leer por la mañana. Lo encuaderno con cuidado, lo coso con lana de oveja, le hago un dibujo por cada dos palabras… me lleva tiempo regalar, pero merece la pena el rato que me hace pensar.
Cuando hacemos un regalo a mano dedicamos tiempo a mirarnos. ¿cuánto tiempo hace que no me miro las manos?… pero sobretodo miramos al otro, al que espera que hayas dedicado un tiempo a fabricar cariño. A organizar un regalo diferente.
Son días plagados de regalos, demasiados para lo que es posible soportar por un espíritu sencillo como es el de los niños. Cuando le preguntan a mi pajarillo qué desea para reyes suele mirar con una cara medio serio medio extrañado…
- ¡Pues lo que traigan quiero!…
Y se queda tan a gusto.
En mi avioneta soñadora tengo una biblioteca. Al fondo de todo, metidos en un cajón tengo guardados los cuentos. De vez en cuando uno a uno los releo, no vaya a ser que en una de estas se me olvide cómo se leían y… ¡zas! De repente pierda alguno.
A ver… que recuerde yo… para leer un cuento hay que estar despreocupado, sin arrugas en la frente. Hay que saber mentir con mentiras inocentes. Hay que estar dispuesto a saborear un rato… porque los libros no se chupan… ¡se devoran!, se comen, se engullen a dos carrillos.
Para leer un cuento a un niño es fundamental creerse lo que dicen, si los lobos existen y dan mucho miedo, habrá que creerlo, pero eso sí, después hay que hacerle coletas y cepillarle el rabo porque el lobo en verdad no sabe lo que es hacer daño.
Para escuchar lo que un cuento dice es mejor no hacer caso de nada. Así en general. Ni caso del sentido común, ni caso de la lista de la compra, ni caso de lo que has comido, ni caso de lo que está bien… ni de lo que está mal. En fin, ni caso.
Para buscar un buen cuento yo me fío de los locos inventores. Los autores que me gustan, las ediciones más locas, los ilustradores despistados que más se olvidan de qué color es una nube. Y es que cada día una nube puede ser de un color diferente y nadie es quien para ordenar lo que el cielo desbarató.
La que ahora os entrego no es una larga lista, tal vez es demasiado conocida, sólo es parte de lo que poseemos dentro del saco de los tesoros encontrados. Las islas perdidas cada vez son más escasas así que tal vez si aunamos nuestra memoria seguro que juntamos una lista de tesoros que nos den sueños de cuento…
Érase una vez un cuento…
Hablando de regalos… Un regalo diferente, Marta Azcona y Rosa Osuna. Para lo que puede llegar a servir un trozo de tela con un poco de imaginación… El regalo perfecto
- www.kalandraka.com
Leopoldo y Casilda,
para hablar de las nuevas formas de familia. El papá de Casilda y la
mamá de Leopoldo están enamorados. Leopoldo y Casilda son amigos y se
echan de menos. Dos historias cargadas de amor.
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Las cuatro estaciones de Vivaldi,
un relato lento, descriptivo, antes de los tres años quizás es mejor
pequeños fragmentos, lecturas breves. A partir de los tres es ideal para
disfrutar de un buen rato de buena música y lectura relajante. Les
encantará si les gusta escuchar...
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La cebra camila, para hablar de las pérdidas que ocurren al crecer: ya no soy un bebé...
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Historias de ratones. Un clásico de Arnold Lobel, para leer un poco antes de dormir cuentos cortos llenos de imaginación desbordante...
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¿A qué sabe la luna? para soñar despiertos...
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Adivina cuanto te quiero... no hace falta decir más. Precioso.
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Días con Sapo y Sepo,
de Arnold Lobel. Un clásico de la literatura infantil norteamericana,
llenos de ternura y estupendos para hablar de los sentimientos: querer
estar solo, el miedo, la amistad... hay otros dos libros más de esta
serie. Es formato libro, no es álbum ilustrado pero para los peques que
les guste escuchar historias les encantará.
- http://www.librosalfaguarainfantil.com
¿Todavía nada? para cultivar la paciencia y el don de la oportunidad...
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A partir de un año, o para bebés:
Colección de la cuna a la luna, de kalandraka... cuentos para soñar...
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El camaleón arco iris, un camaleón busca a su amiga en medio de muchos peligros...
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La pequeña oruga glotona, devora toda la rica fruta que encuentra...
- www.kokinos.com
¿Quieres ser mi amigo? un ratoncito busca un amigo con el que sentirse feliz...
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Érase una vez un/a ilustrador/a...
hay muchos estupendos, pero aquí dejo algunos para ojear...Érase una vez una editorial...
Las he escogido porque sus ediciones son especiales, arriesgadas. Porque seleccionan, en mi opinión, los mejores ilustradores y las historias que transitan por caminos poco recorridos. En definitiva invitan a soñar con ingredientes de calidad (¡que para los niños es muy importante!). Hay muchas más editoriales así, pero ahí van unas pocas para ir abriendo boca...Ilustración destacada: Voladora de sueños para El cielo por el tejado
Cuantas ganas tengo de poder leer a Lucas muchos de estos! Gracias!
ResponderEliminarSeguro que le van a encantar! Gracias a ti por comentar, Inma!
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